Regresar a la normalidad y volver a la rutina después de unas semanas e incluso, apenas de unos días de descanso bien merecidos, puede hacer estragos en la vida de una persona. La dificultad de volver a clases, al trabajo o simplemente colocar el despertador en las mañanas, definitivamente se hace una tarea titánica.
Es por ello, que te podemos ofrecer algunas recomendaciones que facilitan el regreso, tanto a ti como al resto de la familia.
Haz los cambios poco a poco, no te estreses, ni te apresures
Pensar que después de olvidarte del despertador, de las horas, de los horarios de comida y del trabajo por completo, ser capaz de retomar todo en un solo día, es imposible.
Es por eso, que la primera recomendación es regresar a las actividades poco a poco, sin apresurase ni ceder ante la presión. Recuerda, que la simple creencia o la falsa expectativa de poder lograrlo rápidamente, puede afectar tu autoestima y tu confianza, haciendo el proceso de adaptación incluso más difícil.
Así que relájate, y date por lo menos una semana en el proceso.
El sueño y el descanso es lo más complicado, comienza por allí
Lo primero que se hace en el momento de iniciar vacaciones, es olvidarse del reloj despertador y de levantarse temprano, por lo que, debe ser lo primero que se busque reinstaurar.
Por ello, te recomiendo que para volver a la rutina, empieces a acostarte y despertarte más temprano, si comienzas con 30 minutos diarios, en una semana habrás conseguido reducir la diferencia.
Hacer esto de una manera progresiva, también significa, que te ahorrarás la reducción de energía y el cansancio extremo que puede producir el cambio repentino, sobre todo a media tarde. Esta se trata de un consejo especial para el volver a clases.
La alimentación es clave
Junto al descanso, las horas de comida y la nutrición debe retomarse, reiniciar hábitos un poco más saludable de los que se tienden a adoptar durante las vacaciones, ofrecerán energía al organismo.
Aparte, una dieta balanceada con un mínimo de grasas y de azucares, significará pérdida del peso, que probablemente se necesite después de esos días de descanso. No sería mala idea, seguirlo una rutina diaria de ejercicio.
Mantén una actitud positiva
Decídete por ser positivo, no dejes que la negatividad o que la mente arruinen, o dificulten tu regreso. Por lo que, intenta colocarte una meta, ya sea, mejorar la productividad o las notas, para así comenzar dándolo todo desde el inicio.
Especialmente, cuando se trata de volver a clases, una actitud positiva mejorará el proceso, así que, enfócate en tus aspectos preferidos y que más se disfrutan, como los compañeros.
Prepárate para comenzar
Si en el caso, de niños y de jóvenes, el ir de comprar a comprar los materiales que necesitarán, agrega una capa de emoción y de aceptación para salir de vacaciones, con los adultos no es realmente tan distinto.
Se puede optar por adquirir ciertos instrumentos de trabajo o gadgets especiales, para impulsar el regreso a la rutina; esto puede ser desde bolígrafos y calendarios, hasta computadores o mobiliario.
Optar por organizarse y programarse
Ya sea, que no se ha comenzado o que se está a la víspera de volver a la rutina, es recomendable decidirse a balancear el trabajo y las responsabilidades con el disfrute y el descanso.
Aunque, es difícil y en ocasiones, casi imposible, se debe optar por programar días libres, salidas con los amigos y domingos de descanso; esto hará que el regreso sea mucho menos pesado y se convertirá en algo por lo que se espere con ansias.