Claro, has ahorrado para una casa nueva, pero si tienes una calidad crediticia baja es posible que tengas dificultades para conseguir una hipoteca y comprar la casa de tus sueños. La buena noticia es que puedes hacer mucho para mejorar tu puntuación antes de solicitar un crédito hipotecario. Con estos consejos tendrás mayores oportunidades para obtenerlo y a un interés asequible.
1. Salda las cuentas de tus tarjetas de crédito
Si estás hasta arriba de deudas con tus tarjetas de crédito, un banco es probable que lo piense dos veces antes de concederte una hipoteca debido a que tanto tu tasa de utilización de crédito como tu relación deuda-ingresos son altas. Por eso es una buena idea para comenzar a amortizar los saldos antes de enviar las solicitudes de hipoteca. Aporta más de los pagos mínimos a tus tarjetas cada mes. Esto no sólo aumentará tu calidad crediticia reduciendo tu deuda, sino que también te ahorrará dinero en intereses y mostrará a los posibles prestamistas que eres serio a la hora de devolver lo que pediste prestado.
2. Saca tus informes de crédito y comprueba si hay errores
Los errores suceden. Obtén informes de crédito gratuitos online de las tres principales agencias de crédito, TransUnion, Equifax y Experian, y repásalas línea por línea, tratando de encontrar inexactitudes. Si encuentras un error, presentar una reclamación tan pronto como sea posible.
Tanto Equifax como Experian tienen formularios de reclamación que se pueden completar online, y TransUnion tiene un formulario que una vez rellenado has de enviar por correo. Después de la presentación de estos formularios, la agencia de crédito se pondrá en contacto con la fuente, y la reclamación será atendida dentro de los 30 días siguientes. También tienes la opción de enviar una carta directamente a las compañías de informes de crédito con las copias de la documentación de apoyo. Hazlo mediante correo certificado para asegurarte de que la empresa recibe tu reclamación.
3. No solicites nuevos créditos
Si te vas a mudar a una nueva casa, también podría estar interesado en comprarte un nuevo coche y muebles nuevos, pero no lo hagas hasta que hayas firmado la hipoteca. Quieres que tu informe de crédito tenga un aspecto tan limpio como sea posible cuando envíes tu solicitud, y muchas nuevas peticiones pueden levantar banderas rojas para los prestamistas. Nota: Mientras que retrasar las solicitudes de tarjetas de crédito podría ser una buena opción, no lo es cerrar todas tus tarjetas al mismo tiempo. Si haces esto, tu tasa de utilización de crédito puede ir hacia arriba y tu historial de crédito puede parecer más corto y menos variado; lo que también podría afectar a tu puntuación. En lugar de esto, mantén tus cuentas abiertas, al menos hasta que tu hipoteca sea aprobada.
4. Infórmate antes de comprar
Busca las mejores tarifas, pero no dejes que esta búsqueda sea un lastre. Después de un mes, tu puntuación puede empezar a considerar tus solicitudes como peticiones separadas, lo que podría hacer daño a tu calificación crediticia. Esto podría ser un problema aún mayor si tu prestamista utiliza el VantageScore o una versión anterior de la puntuación FICO, que consideran las solicitudes de hipotecas como solicitudes separadas si se llevan menos de dos semanas de diferencia. Para no correr riesgos mantén una búsqueda focalizada y breve. Si fuera posible, consigue una pre-autorización para tu hipoteca, incluso antes de la compra de la casa. De esta manera si encuentras la casa de tus sueños, no tendrás que preocuparte de obtener la aprobación de tu préstamo más tarde.
5. Ahorra vigorosamente
Estás centrado en conseguir una hipoteca ahora, pero recuerda que debes proteger tu calificación crediticia después de que te hayan concedido la hipoteca. Una vez que realices el desembolso inicial de tu nueva casa, pudieras tener la tentación de empezar a depender del crédito en mayor medida. A corto plazo, eso puede estar bien, pero convertirlo en un hábito a largo plazo podría causar serios perjuicios a tu puntuación crediticia.
Si tu cuenta de ahorros está disminuyendo, piensa en reducir los gastos fijos e imponte ahorrar por el valor de lo que te cuesta vivir durante seis meses. De esta manera, no tendrás que utilizar la tarjeta de crédito como un bastón en caso de emergencia. Al proteger tu calificación de crédito también te será más fácil solicitar una hipoteca y cualquier otro crédito que te pudiera surgir.